La fachada

La fachada es obra del arquitecto Giuseppe Castellucci di Firenze, en estilo renacentista italiano, está formada por una parte central ligeramente avanzada y más alta a las dos alas laterales.

El conjunto está dividido horizontalmente en dos zonas; en la inferior hay ocho pilastras dispuestas de dos en dos y apoyadas en un zócalo alto, recubren en el centro la puerta de entrada que es incluso un elemento avanzado, constituido por dos columnas que sostienen un pequeño rostro decorado internamente con cómodas que establece, por encima del arquitrabe del portal, una luneta semicircular en mosaico que representan los dos reformadores del Carmelo, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús que sostienen el emblema de la Orden; en el fondo están representados, a la izquierda, el monte Carmelo con el monasterio en la colina y, a la derecha, la bahía de Arenzano con el mar, surcado por una nave y por una barca de vela, y el Santuario. Bajo el mosaico está la frase de la liturgia: “Sit nomen Domini benedictum” (Sea bendito el nombre del Señor).

A los dos lados hay dos grandes nichos, en los que se pueden ver las estatuas en broce de la Virgen “luce plena” y de San José (vir iustus), que son obra de Guido Galletti. Por encima de los nichos hay tres emblemas, extraídos de entre muchos paneles rectangulares de mármol rojo. Pertenecen (de izquierda a derecha) a: la Ciudad de Praga, al Capitolio Vaticano, a Pío IX, al Cardenal Marry Del Val, a la Basílica de Arenzano y a la ciudad de Arenzano.

La zona superior termina con frente triangular cuyo tímpano está ocupado por un mosaico que representa la estatua del Niño Jesús colocada en un pedestal, adornado con el emblema del Carmelo; a la izquierda un religioso invita a la humanidad a dirigirse al Niño Jesús, mientras que a la derecha el papa Pío XI encarga al cardenal Merry Del Val que vaya a Arenzano para la coronación de la estatua de Jesús. En el centro de la fachada sobresale un gran rosetón con vidrieras de historias de colores.

La Plaza

A través de dos escalinatas monumentales en travertino o cómodamente desde el aparcamiento superior, se accede a la amplia plaza de la Basílica de la que se pueden admirar la fachada de estilo renacentista y los dos claustros contiguos que en el complejo forman una espléndida escenografía. Algunos bancos, protegidos por los árboles, permiten una parada de descanso y contemplación.

En el lado izquierdo de la plaza se erige una columna blanca de travertino, que domina una estatua, de bronce con láminas de oro, del Niño Jesús: recuerda el lugar sonde tuvo lugar la coronación de la estatua (1937) que se venera en el Santuario. La columna se encuentra situada en una de las tres grandes estrellas de mármol que adornan la plaza en pórfido que van a constituir un gran emblema ideal del Carmelo, unido a las rampas de acceso y a la forma en cruz de la planta misma del Santuario.

La recepción »