La nave

La nave central es la parte más antigua de la basílica y se remonta a 1908; esta mide 32 metro de largo (incluido el coro), 11,5 metros de ancho y 25 metro de alto.

Al lado derecho, mirando al altar encontramos en orden las capillas de San Juan de la Cruz, Santa Teresa del Niño Jesús y San José; al lado izquierdo, al contrario, están las de la Pasión, de Santa Teresa de Jesús, del Sagrado Corazón y de la Virgen del Carmen.

El techo esta ricamente adornado y presenta dos bellos medallones de Marigliani di Bergamo, que representan la Adoración de los Mayos y a Jesús entre los doctores del templo. En la fachada central de la bóveda hay cuatro óvalos, siempre del mismo autor, que representan a cuatro devotos de la infancia de Cristo: San Alberto de Sicilia, el venerable Francisco del Niño Jesús, la venerable Margarita del Santísimo Sacramento y la Beata María de los Ángeles.

La bóveda se estrecha en la proximidad del presbiterio y forma un arco triunfal, en el que encontramos el emblema de la Orden puesto en el centro, rodeado de bustos: San Elías y San Juan de la Cruz (a la izquierda), Santa Teresa de Jesús y San Ángelo mártir (a la derecha).

En lo alto en el centro de la pared de entrada se puede admirar el espléndido rosetón, obra de la casa Balmet y de Grenoble. Con sus 4 metros de diámetros da luz a toda la Basílica y representa el misterio de la Encarnación del Verbo. En el centro está representado el Niño Jesús y los dieciséis pétalos de la “flor” forman una cruz en medio de la que están divididos, en grupos de tres, los doce misterios de la infancia de Jesús. A los lados del rosetón hay dos frescos que representan a la Princesa Polissena que regala la estatua a los Carmelitas y la Curación de la condesa Kolowrat.

Otras cuatro vidrieras, siempre de la empresa Balmet, están dispuestas a lo largo de la nave y representan los profetas que precedieron al nacimiento del Mesías: David e Isaías (a la derecha), Jeremías y Daniel (a la izquierda).

La contrafachada queda ocupada por la gran mayólica de Biancini, que representa el misterio de la Encarnación y otros episodios ligados al Niño Jesús.

El presbiterio y el trono del Niño Jesús »