El Seminario
Una realidad valiosa
Contiguo al convento encontramos el Seminario menor que fue construido en 1950 por voluntad del P. Provincial, P. Anastasio del Santísimo Rosario (Ballestrero) , luego arzobispo de Bari y Turín y cardenal. Fue inaugurado solemnemente en 1951. Se puede acceder a él atravesando el rico vivero de las plantas crasas y uno de los pasillos internos.
El Seminario, fuente principal de las vocaciones del Carmelo ligur, recoge muchachos de las escuelas secundarias del I y II grado, que en un clima familiar son ayudados a descubrir su vocación, recibiendo una formación humana y cristiana. Una estrecha colaboración entre educadores y padres asegura a los seminaristas un ambiente sereno, sano, con una fuerte impronta cristiana; los seminaristas pueden así pensar seriamente y con serenidad en su futuro, conocer la vida carmelitana y disponerse, siempre que se manifiesten señales genuinas y duraderas de una llamada especial de Dios, a ser religiosos, sacerdotes, misioneros. En el complejo del Seminario hay también campos de deporte y una amplia sala multifuncional. Se trata de espacios destinados al uso de los seminaristas, pero es posible, previo acuerdo, ser usados por grupos.
Un lugar que visitar
Los peregrinos y visitantes tienen la posibilidad de detenerse ante todo en la Capilla dedicada a Jesús adolescente. Aquí los acoge una hermosa estatua del Niño Jesús, colocada en una columna y enmarcada en una vidriera simpática y moderna. Dos hermosas vidrieras, que representan a Santa Teresa de Jesús y a la Virgen del Carmen, iluminan respectivamente el ambón y el tabernáculo: este último, imponente, es una obra artística del siglo XIX de gran valor, tallado y dorado en madera. El sencillo altar fue realizado en mármol y decorado con la imagen del Cordero situado sobre el libro con los siete sellos. El ábside está decorado en mosaico dorado y en el centro, en un nicho, guarda la bellísima estatua en mármol blanco de Guido Galletti, que representa a San José con Jesús adolescente: con gran dulzura el padre indica el camino al joven Jesús que lo mira con sus ojos.
Siguiendo el itinerario a través del pasillo, se llega a la gran terraza donde aún hay más plantas crasas, pero sobre todo se abre una notable vista que abarca una gran parte del golfo ligur.
Las iniciativas
Para ponerse al día y seguir todas las iniciativas de los muchachos: