La Medalla Salvaguardia

Jesús mismo nos enseña a invocar su nombre, para poder conseguir lo que pedimos (Jn 14,13; 15,16; 16,23); en su nombre los apóstoles expulsaban los demonios (Lc 10,17; Mc 16,17; At 16,16) y curaba a los enfermos (Hch 3,6; 9,34).

La “medalla salvaguardia” es una ayuda eficaz para que estemos en la presencia de Jesús y para tenerlo siempre con nosotros como defensor de las insidias del demonio, que busca dañarnos tanto el alma como el cuerpo. Esa presencia reaviva nuestra fe en Jesús: en su Encarnación e infancia, en su cruz redentora, en su nombre – el único en el que somos salvados (Hch 4,12) –, en su poder y en su amor que siempre nos protege.

Explicación de las inscripciones:

  • En la frente, junto al nombre de Jesús están incisas algunas iniciales: “R.S.E.” (Rex sum ego – Yo soy rey), “A.R.T.” (Adveniat regnum tuum – Venga tu reino), “V.R.S.” (Vade retro, Satana – Vete, Satanás).
  • En el fondo se encuentra también el nombre de Jesús: “J.H.S.” (Jesus hominum Salvator – Jesús Salvador de los hombres), alrededor dos inscripciones: “Verbum caro factum est” (El Verbo se hizo carne), “Vincit, regnat, imperat. Nos ab omni malo defendat” (Vence, reina, domina. De todo mal nos defiende).

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